Se conoció el informe de los forenses que determinaron con certeza la forma brutal en la que Anna Caciagli (82) fue asesinada durante el asalto a su casa del barrio Constitución.
Los médicos forenses revelaron esta tarde que a Anna Caciagli (82) la estrangularon hasta asfixiarla y que poco antes los homicidas la golpearon salvajemente en la cabeza con un objeto contundente.
A esa conclusión llegaron tras la operación de autopsia efectuada desde las 14 y cuyo informe ya fue extendido a la fiscal del caso María Isabel Sánchez.
Caciagli fue asesinada dentro de su vivienda del barrio Constitución y se cree que el momento del hecho pudo haber sido entre las 19 y las 23 del lunes, también de acuerdo a lo que se desprende de la labor forense.
La principal hipótesis es la de un asalto perpetrado por personas que conocían alguna información precisa de Caciagli, como el manejo de dinero en efectivo por el cobro de disintas rentas.
Según avanza la causa se conocen más elementos relevantes para la investigación, entre ellos que la anciana nacida en Italia cobraba una jubilación de aquel país y recaudaba, además, los alquileres de 4 locales y un inmueble en Santa Clara del Mar.
Para la fiscalía ese movimiento de dinero (que la mujer hacía en efectivo, ya que desconfiaba de los bancos) pudo originar el hecho. Para eso debió ser necesaria que alguien próximo a la víctima filtró dicha información y comenzó entonces el planeamiento del asalto.
La forma en la que la mujer fue tratada, con una violencia desmedida, puede sugerir a los investigadores alguna noción en aquel sentido: por eso es que profundizarán la búsqueda en el entorno de la víctima como medida inicial.
Por otra parte, en la operación de autopsia se estableció que Caciagli fue estrangulada con un elástico y que las marcas en la piel no dejaron duda sobre la asfixia a lazo. También el cuerpo presentaba un gran sangrado interno y externo en la región del cráneo y el rostro, producto de una golpiza con un objeto romo y contundente. La inspección en la escena del crimen no dio con dicho elemento que, evidentemente, fue quitado del lugar por el asesino.
Tampoco pudieron observarse en el cuerpo de Caciagli heridas defensivas ni de abuso: solo la oclusión de sus vías respiratorias y las lesiones por golpes en la cabeza.